Este restaurante lleva el nombre de una una provincia y ciudad de Tailandia. Conviene reservar porque tiene pocas mesas, siempre está lleno y esto no es casualidad.
- Día / Noche: Noche
- Dirección: Honduras 4169
- Sitio: www.phuket.com.ar
- Horarios: Lunes a sábados almuerzo y de 20 al cierre.
- Promedio:
Ir a comer a Phuket para mi siempre es una fiesta. Lo espero con ansias y siempre que puedo, lo sugiero como punto de reunión o lo recomiendo a algún distraído que todavía no lo conoce. ¿Por qué? Simplemente porque es excelente desde el día uno. Siempre mantiene el mismo nivel de calidad, su comida es honesta y fundamentalmente, deliciosa.
Esta vez éramos 4 y no teníamos reserva por lo que tuvimos que esperar un ratito afuera hasta que pudieran armarnos una mesa.
Como entrada pedimos el «Tapeo Phuket». Este tapeo contiene gran parte de las entradas disponibles en el menú y es una excelente forma de conocer las distintas posibilidades: Nem (rol de cerdo), Curry Puff (empanada), satay (brochette de pollo), Thot Man Plaa (croquetas de pescado), Thung Thong (masa de wan tan -o wonton- rellena de cerdo). Esto viene acompañado de arroz, mini ensaladita de brotes, unos pepinos encurtidos y una salsa algo agridulce.

De todas las entradas, lo único vegano o vegetariano es una ensalada de papaya, zanahoria, tomates cherry, chauchas, lima y chile picante que se llama Som Tam. Nunca la pude probar porque cada vez que la pido me dicen que no hay papaya. De todas formas, nunca dejo de preguntar. Capaz algún día la pego. Igualmente nunca me quedé sin entrada porque me preparan la sopa de pollo (Tom Kha Kai) sin pollo. Aunque no seas vegetariano o vegano alguna vez probá una sopa. No te vas a arrepentir.

Cabe aclarar que este lugar acomoda paladares como el nuestro, acostumbrado a lo picante y también a los no tan acostumbrados ya que hay varios platos que no llevan picante directamente o incluso platos que se pueden pedir suavizados. Eso sí, si te pedís un curry, sí o sí tenés que pedirlo algo picante aunque sea.
Pedimos 4 platos principales bien variados. Yo pedí un Curry rojo de vegetales (Kaeng Phak). Qué decir de este plato. Cada vez que lo pido me gusta más. No siempre lleva la misma combinación de verduras, lo cual me alegra porque implica que usan lo que está mejor en ese momento. Viene acompañado con arroz jasmin o basmati que siempre está excelentemente preparado en su punto justo y con el perfume que lo caracteriza. El sabor de este curry es intenso y algo dulce. Ideal para un día fresco.
Los otros platos que pedimos fueron un cerdo agridulce, Khrong Moo Yang. Este plato consiste en ribs de cerdo agridulces, acompañadas de arroz y vegetales salteados; un pollo agridulce (Pad Priaw Wan) salteado con ananás, cebolla, champignon, jengibre, etc. y acompañado con arroz. Por último, también pedimos un salteado de frutos de mar (Talay Pad Ga Prao). Este salteado tiene vieiras, langostinos, pescado, calamares, mejllones, etc. y viene salteado con mucha albahaca y chile.
En resumen, la comida, como siempre, deliciosa. No vale la pena entrar mucho en detalles acá porque cualquier cosa que pidan va a estar espectacular.
En cuanto a las bebidas, Phuket tiene algo que probablemente no encuentres en otros restaurantes de este tipo ya que su carta de vinos ofrece propuestas distintas de las clásicas bodegas comerciales pero a precios accesibles; tal vez la botella esté a 20 o 30 pesos más que en la bodega. Esta vez pedimos dos vinos: Villa Seca Cabernet Sauvignon de Finca El Zorzal – Mendoza y 25/5 Cabernet Franc de Bodega del Desierto – La Pampa. Ambos maravillosos.
Pedimos dos postres: Thai Panna Cotta y la Copa Phuket.
La Thai Panna Cotta tiene lima kaffir y lemon grass. Ciertamente el lemon grass se lleva el protagonismo como siempre. Es un postre tranquilo para terminar una noche perfectamente. Sobre la Copa Phuket no hay mucho que decir más que sus ingredientes: chocolate y naranjitas confitadas. Combinación ideal. Ojo que otras veces que la probé la copa no traía naranjitas. Puede ser que esto lo vayan variando.
Respecto de la ambientación, atención y decoración no hay mucho que decir. En este lugar saben lo que están haciendo y se nota que lo hacen con cariño. La atención es super amable, siempre dispuestos a explicar todos los platos y para nada invasiva. La decoración es simple: madera, canastas, colores sobrios. Medio punto para abajo a Phuket por el tema del olor en el salón: siempre invade. De todas formas, y después de conocer tantos restaurantes, parece que es un mal común.
Gastamos 1161 pesos con la entrada para 4, 4 platos principales, 2 postres, 2 botellas de vino y varias de agua.