Guardar semillas de chile te da la posibilidad de cultivar plantas ‘gratis’ de tus variedades favoritas en los próximos años. Las plantas de chile son geniales y producen una fabulosa gama de chiles, que vienen en una multitud de formas, tamaños, colores, sabores y niveles de picante. Los chiles, si se cultivan correctamente, son una fuente de semilla viable.
El Holandés Picante intenta proporcionar orientación sobre cómo identificar los mejores frutos para obtener semillas viables así como también resalta algunos de los problemas y obstáculos que pueden afectar la viabilidad y calidad de las semillas.
Antes de empezar, una advertencia. El aceite de capsaicina, el cual le da al chile su ‘toque’, está presente en sus más altas concentraciones dentro de la placenta (la membrana de los frutos que guarda las semillas).
Una vez que pongas este aceite de capsaicina en tu piel, o llega a entrar en contacto con tus ojos, es extremadamente difícil retirarlo y vas a sufrir durante un buen rato (el grado de sufrimiento depende de la intensidad del picor de cada chile).
Lavarse con agua y jabón tiende a esparcir más los aceites y puede empeorar el problema – especialmente alrededor de los ojos. Los rastros del aceite de capsaicina en las manos, por la manipulación de los chiles tienden a esparcirse a otras partes del cuerpo.
Con esto en mente, al manipular chiles, siempre recomiendo usar un par de guantes desechables (se compran en cualquier farmacia) y protección para los ojos. Sin embargo los accidentes suceden, y si lo peor ocurre, hay que tratar de mantener el área afectada fresca y evitar frotarla.
También puedes probar aplicar leche o yogurt (que contiene un ingrediente que lentamente contrarrestará al aceite de capsaicina). Toma en cuenta que siempre y cuando la experiencia pueda ser intensamente dolorosa, el aceite de capsaicina realmente no daña tu cuerpo.
En base a mi experiencia puedo decir que después de un tiempo el aceite desaparece y pierde su efecto, aunque no es nada divertido ponerte las lentes de contacto a la mañana con los ojos ardiendo porque las guardaste con las manos llenas de capsaicina.
Seleccionar los frutos para obtener semillas viables
Para tener las mejores posibilidades de obtener semillas viables, es importante que te asegures de que los frutos seleccionados estén completamente maduros, antes de recolectar las semillas. Pueden necesitarse varios meses para que un fruto madure, pero en general lleva 90 o 120 días.
El fruto toma su color final a medida que alcanza su madurez, y este es el mejor momento para recolectar semillas viables. El color final generalmente es rojo o amarillo, pero también puede ser marrón, blanco, rosa/naranja, naranja, o marfil. El fruto también puede cambiar a otros colores mientras madura. No es probable que un fruto inmaduro brinde semillas viables.
Nuestra enciclopedia de chiles puede ayudarte para determinar el color del fruto ‘maduro’ de la variedad de chile que estás cultivando. Alternativamente, es una buena idea esperar unas cuantas semanas más y observar la diferencia entre las semillas. Los frutos maduros se conservarán por algún tiempo en la planta de chile, a menos que se dañen.
Los frutos que se ven saludables, ya sea deformes o perfectamente proporcionados, son una fuente de semillas viables. Los frutos agrietados, descoloridos y dañados por los insectos es más probable que se enfermen/descompongan y deben usarse como un último recurso.
Sin embargo, si no están enfermos estos frutos también son una fuente de semillas viables. El conocimiento actual de la genética indica que guardar semillas provenientes de un fruto con una forma rara o demasiado pequeño no tendrá ningún efecto en futuras generaciones.
Es importante evitar de guardar semillas de plantas enfermas, frutos enfermos, o frutos que se han ablandado porque se están pudriendo o tienen moho. Algunas enfermedades/virus pueden transmitirse a la siguiente generación en la semilla y es muy poco probable que salga una buena planta de esas semillas.
La polinización cruzada o hibridación en chiles
Una semilla de chile (al igual que cualquier otra semilla) es el óvulo maduro de una planta. Contiene todo el material genético y energía almacenada, para crecer y llegar a ser una planta (potencialmente) mostrando las mismas características de su ancestro. Sin embargo, la hibridación (polinización cruzada entre variedades de chile), introduce material genético nuevo y diferente y los efectos de esta hibridación se pueden ver en la siguiente y futuras generaciones.
Las semillas identificadas y vendidas como híbridas ‘F1’ identifican la primera generación de híbridos. Dentro de lo posible hay que evitar de guardar semillas de estas plantas ya que la única característica predecible de la segunda generación es que no se puede predecir…
Casi todas las especies de plantas de chile conocidas se auto polinizan. Sin embargo, con la ayuda de los insectos, también se da la polinización cruzada sin problemas con otras especies de chile. Esta polinización cruzada puede resultar en semillas viables. La polinización cruzada dentro de las mismas especies es casi seguro que dará como resultado híbridos viables y muy robustos.
Sin embargo, cuando se trata de una polinización entre dos especies diferentes el fruto que nace de esa polinización es “bastardizada” y por lo tanto no se puede predecir qué tipo de cruce saldrá de esa semilla.
Hay varios cruces famosos entre distintos tipos de chile, como por ejemplo el Escorpión Fantasma de Jay color crema o durazno (Jay’s Ghost Scorpion Peach), es un cruce entre el Naga Jolokia y el Trinidad Escorpión, pero estos cruces se hacen en ambientes muy controlados, por lo tanto es difícil replicarlo en casa si no tenés las plantas aisladas de insectos o de viento (el polen puede viajar por el aire por una cuadra más o menos, así que evitar la polinización entre plantas en el mismo lugar es casi imposible).
La siguiente tabla identifica la regla general para resultado de polinización cruzada entre las especies de chile domesticado:
Masculino/ femenino |
C. Annuum | C. Baccatum | C. Chinense | C. Frutescens | C.Pubescens |
C. Annuum | Prolífico | Esporádico | Prolífico | Esporádico | No poliniza |
C. Baccatum | Esporádico | Prolífico | Esporádico | Esporádico | No poliniza |
C. Chinense | Prolífico | Esporádico | Prolífico | Esporádico | No poliniza |
C. Frutescens | Esporádico | Esporádico | Esporádico | Prolífico | No poliniza |
C.Pubescens | No poliniza | No poliniza | No poliniza | No poliniza | Prolífico |
Las especies Capsicum más comunes, Annuum se cruzan prolíficamente con Chinense, esporádicamente con Baccatum y Frutescens pero no se cruzarán con Pubescens.
Generalmente Capsicum Pubescens no se cruzará con ninguna otra especie, así es que en teoría todas las semillas producidas por una especie Pubescens en un jardín mixto serán ‘verdaderas’ y viables.
Si estás planificando guardar semillas de una planta de chile y querés que tenga las mismas características que el ancestro, entonces necesitás estar seguro de que la planta donante no es en sí misma un híbrido y que esa la planta esté aislada (específicamente las flores) para evitar la polinización cruzada por causa del viento o los insectos.
Esto es especialmente importante se guardás las semillas para fines comerciales. La hibridación no controlada no solo produce características impredecibles en las futuras generaciones – también puede producir híbridos estériles, y/o semillas no viables.
Extracción y secado de las semillas de chiles
El secado adecuado de las semillas es esencial si querés que tus semillas duren y para asegurar que las futuras plantas sean saludables. El exceso de humedad retenida en las semillas no es beneficioso y hará que las semillas lentamente pierdan nutrientes y fuerza hasta morir o simplemente hasta pudrirse.
La humedad también estimula el moho, enfermedades e infecciones fúngicas que pueden ser transmitidas a la siguiente generación de plantas si las semillas no se secan lo suficiente.
La literatura científica sobre el guardado de las semillas a menudo señala que las semillas deben estar deshidratadas (secas) hasta que el contenido de humedad sea 8% o menos. En términos prácticos, se puede decir que si las semillas no están quebradizas después de secarse, no están lo suficientemente secas.
Las semillas se pueden ‘secar al aire’ o secar usando un deshidratador. Ambos métodos tienen sus ventajas y desventajas, aunque desde un punto de vista práctico, el primero es el más fácil para el cultivador principiante y es por tanto el que aquí se describe con más detalle.
El proceso para guardar las semillas de chiles se describe a continuación:
Paso 1 – Seleccionar las semillas
Selecciona solo frutos maduros y saludables, no tienen que tener imperfecciones en su exterior ni en la parte de adentro.

Paso 2 – Extraer las semillas
Con mucho cuidado extraé las semillas del fruto y colocalas sobre una toalla de cocina. Secá las semillas con la toalla para eliminar humedad y cualquier residuo que aún tengan. Inspeccioná las semillas y descarte cualquiera que esté dañada o descolorida en esta etapa.
Paso 3 – Secado
Nosotros secamos las semillas etiquetados ventilándolas sobre la alacena durante una semana o dos. Alternativamente puede secar semillas sobre una bandeja de papel en algún lugar cálido (y fuera de la luz solar directa) y donde los niños no las puedan tirar.

Volteá las semillas después de unos días para asegurarte de que la capa inferior de semillas esté expuesta al aire. Un buen flujo de aire es importante para asegurar que las semillas se sequen en forma uniforme y evitar que se pudran
Paso 4 – Prueba de semillas
Después de aproximadamente una semana probá las semillas para ver su contenido de humedad. Como regla general, si se pueden doblar las semillas no están lo suficientemente secas. Las semillas secas deberían estar bastante quebradizas y no se abollarán al tratar de morderlas.
Almacenamiento de las Semillas
La clave para un almacenamiento saludable de semillas es mantener una temperatura constante y eliminar el exceso de humedad. Las semillas guardadas correctamente pueden mantener su vitalidad durante muchos años aunque las tasas de germinación tienden a disminuir con el paso del tiempo.

Como la mayoría de semillas de Chile lucen similares, un etiquetado claro es esencial. Al igual que el nombre de la variedad, es una buena práctica detallar el origen de las semillas, la fecha cuando las semillas se guardaron y las tasas de éxito en la germinación (si el lote de semillas guardadas ha sido utilizado antes).

Para mantener la vitalidad de las semillas, deben almacenarse en un lugar fresco, oscuro y seco, preferiblemente entre 2 y 20 grados Celsius. Un método preferido es guardar las semillas en sobres plásticos impermeables claramente etiquetados en una alacena.
Las condiciones frescas y oscuras simulan la naturaleza a medida que el metabolismo de las semillas se desacelera. ¡Nuevamente, asegurate de que las semillas estén lo suficientemente secas antes de guardarlas. También se pueden guardar en la parte superior de la heladera, aunque en ese caso hay que estar muy seguro de que no tienen más líquido, porque el exceso de agua/humedad puede romper las paredes de las células y así tus semillas morirán.
Como alternativa, las semillas se pueden guardar en recipientes herméticos de vidrio con una cantidad igual de agente secante como Gel de Sílice o Arroz. Evitá guardar recipientes con semillas en lugares donde llega la luz del sol, están cerca de calentadores o en áreas de alta humedad.
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